La Abogacía granadina da la bienvenida a 39 nuevos profesionales

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La de hoy ha sido una jornada inolvidable para los 39 abogados granadinos que se han unido formalmente a la profesión. El salón de actos del Colegio de Abogados ha acogido esta mañana la solemne ceremonia que los convierte en letrados de pleno derecho, que celebra el primer paso de la que, sin duda, será una larga y fructífera carrera profesional. El acto de jura o promesa del cargo, que el Colegio de Abogados celebra siguiendo una tradición arraigada y centenaria que hace de la ceremonia un acontecimiento todavía más memorable para quienes la protagonizan, ha abierto las puertas de la Abogacía a 39 letrados que se incorporan a una profesión esencial, que lucha por la Justicia y por los derechos de los ciudadanos.

Antes de que diera inicio formalmente la ceremonia, el patio del Colegio se ha llenado de familiares, amigos y compañeros de profesión de los jurantes o prometientes, que han tenido así la oportunidad de compartir un momento tan especial con todos sus seres queridos. El solemne acto, presidido por el decano del Colegio de Abogados, Eduardo Torres, y el resto de la Junta de Gobierno de la corporación, da el protagonismo que se merecen a cada uno de los letrados que se suman a las filas de la Abogacía. Uno a uno, los abogados han sido llamados para prestar su juramento o promesa, con el que se comprometen a “cumplir fielmente las obligaciones de la profesión de abogado, guardar lealtad al Rey, acatar la Constitución y cumplir el resto del ordenamiento jurídico, así como las normas deontológicas por las que se rige la Abogacía española”.

Tras realizar esta firme declaración, los 39 abogados han pasado a ocupar su puesto en el estrado, ya como profesionales de pleno derecho. El primero en darles la bienvenida a una profesión “apasionante y de largo recorrido” ha sido el decano, Eduardo Torres, que les ha recordado que se unen a un Colegio centenario y que por delante tienen el enorme reto de “acrecentar el grandioso acervo jurídico, social y cultural” depositado por las generaciones precedentes. El decano ha subrayado que la Abogacía “es una de las profesiones más dignas que existen”, porque todos sus pasos están encaminados “a hacer cumplir la Justicia”.

“Esta profesión es un privilegio y una responsabilidad, porque es la única que tiene encomendada constitucionalmente la defensa de los derechos y las libertades de los ciudadanos. Tenemos la suerte de llamarnos abogados”, ha apuntado Eduardo Torres, que ha animado a los nuevos profesionales a sacar el máximo partido de su nueva “casa profesional”, integrándose en la dinámica colegial y participando en el Grupo de Abogados Jóvenes y los distintos grupos especializados, que les proporcionarán “formación y actualización permanente” para poder cumplir con una labor vital para el Estado de Derecho.