El Colegio de Abogados de Granada se revitaliza con el ingreso de nuevos letrados al colectivo profesional

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El Salón de Actos de la institución acoge una ceremonia de Jura o Promesa para recibir a una veintena de nuevos colegiados


El Colegio de Abogados de Granada ha celebrado en la mañana del 3 de junio un acto de Jura o Promesa para recibir a los nuevos integrantes que se incorporan al colectivo, una ceremonia que, después de más dos años, se desarrolló sin la obligación de llevar mascarillas, permitiendo atisbar la ilusión y alegría en los rostros de los ya letrados por el inicio de esta andadura profesional.

Así, uno a uno y siguiendo un protocolo centenario, los 17 jurantes y promitentes recorrieron el pasillo del Salón de Actos de la sede colegial de Santa Ana, respaldados por sus respectivos padrinos y rodeados de familiares y amigos, para formular su compromiso con la profesión y con el Colegio de Abogados de Granada ante la Junta de Gobierno y los decano eméritos Eduardo Torres y Rafael López Cantal. Acceden a una institución con cerca de 500 años de historia que la convierten en el tercer colegio de abogados más antiguo de España, si bien, como evidencia esta ceremonia, mantiene su dinamismo, vitalidad y renovación constante.

“Acabáis de formular juramento o promesa de forma solemne, lo que os permite ejercer vuestra profesión y, desde este momento, entrar a formar parte del colectivo de la abogacía”, destacó el decano, Leandro Cabrera, durante sus palabras de bienvenida a esta nueva promoción de colegiados. Un ingreso que, no obstante, no está exento de responsabilidades. “Tenemos la obligación de acrecentar el ingente acervo jurídico, social y cultural que este Colegio acumula. No podemos defraudar a quienes nos han precedido en una más que centenaria historia que nos honra, pero también nos obliga”, recordó el máximo representante de la Abogacía granadina.

Por eso, Cabrera trasladó a los nuevos letrados la importancia de que sigan su vocación, pues es el motor interno que les garantizará el éxito; de que sean valientes y asuman retos y riesgos, evitando caer en el círculo de confort; de que trabajen con excelencia y comportamiento ético, ya que hay principios y valores que deberían ser insustituibles; que aprovechen las oportunidades que abren hoy día las nuevas tecnologías y el mundo digital; y que sigan formándose continuamente y participando en la vida colegial.

“No olvidéis que nuestra profesión es dura, pero atrayente y atractiva; difícil, pero libre e independiente; de largo recorrido, pero apasionante”, concluyó el decano, invitando a los asistentes a celebrar este día en el que una veintena de graduados en Derecho se han convertido en abogados en la que ya es su casa profesional.