Los letrados conocen las modificaciones en materia de Deontología a través de una jornada formativa

El pasado 8 de mayo entró en vigor el nuevo Código Deontológico de la Abogacía con el objetivo de adaptar el contenido de la anterior norma, de 2002, tras las numerosas reformas legislativas y cambios políticos y sociales que han afectado al ejercicio profesional en España en los últimos años.

Para dar a conocer las novedades que el nuevo marco normativo introduce, la Comisión de Formación del Colegio de Abogados de Granada celebró en la mañana del 3 de julio una jornada en la que Fernando Candela Martínez, vicepresidente del Consejo General de la Abogacía Española y presidente de la Comisión de Recursos y Deontología del CGAE, y Nielson Sánchez Stewart, consejero electivo del Consejo –considerados los principales artífices del Código Deontológico- expusieron a los letrados granadinos las modificaciones más sustanciales del nuevo texto artículo por artículo.

Tras la presentación del acto por el decano del Colegio de Abogados de Granada y miembro también de la Comisión de Recursos y Deontología del CGAE, Leandro Cabrera, la jornada comenzó de la mano de Candela Martínez, que pormenorizó los cambios más destacados de los primeros diez artículos de la norma, como el uso de un lenguaje inclusivo –convirtiéndose el Código en el primer texto legal que respeta este lenguaje íntegramente-; la aplicación del articulado también a los no ejercientes; la introducción de la libertad de expresión junto a la de defensa; la puntualización de que el secreto profesional y la confidencialidad abarca tanto la información recibida por el abogado, como la remitida por el mismo; la necesidad de motivar la causa grave que autorice la dispensa del secreto profesional; la sustitución del término competencia por lealtad; la precisión de que la responsabilidad de un letrado que sustituye a otro comienza en el mismo momento en el que solicita la conocida como venia al compañero; o el establecimiento de un plazo de 45 días para ofrecer los servicios profesionales, por sí o mediante terceros, a víctimas de catástrofes, calamidades públicas u otros sucesos similares, un tema que interesó especialmente a la Junta de Gobierno de Granada, tras la detección de malas prácticas de este tipo en los centros hospitalarios de la capital.

Tras su exposición, Sánchez Stewart continuó el repaso a las normas deontológicas, destacando que el cambio de visión de la figura del abogado en el nuevo Código Deontológico, pues es concebido, no solo como un profesional cuya misión sea defender, sino también encargado de tareas previas de asesoramiento y prevención, resaltando el elemento conciliatorio del ejercicio y la búsqueda de concordia. La introducción de un plazo de espera de cortesía para los letrados, la restricción del uso de la toga, la extensión de la confidencialidad a los actos de mediación, la mayor importancia de la segunda opinión, los deberes de identificación de los abogados, o los conflictos de intereses entre compañeros fueron aspectos comentados por el consejero, que también incidió en los requisitos exigidos en los pagos a cuenta por el cliente y los datos que debe recoger la hoja de encargo, la prohibición de pagar comisiones a terceros por enviar un cliente si este no es informado al respecto o la importancia de cuidar los reenvío en los correos electrónicos para no incumplir el deber de secreto profesional.

Asimismo, los representantes de la Abogacía española también debatieron con los asistentes algunos de los puntos que pueden generar un mayor debate entre el colectivo, como la posibilidad de que exista recurso o no frente a la autorización de dispensa del deber de secreto profesional por parte de los órganos rectores de los Colegios, o los límites a la publicidad, a tenor de las últimas prácticas puestas en marcha por algunos despachos de abogados, como las llamadas ‘divorcionetas’. En este sentido, Candela Martínez explicó que el Código Deontológico no puede restringir más las acciones publicitarias sin chocar con Competencia, pero adelantó que el CGAE está preparando un Código de Conducta con buenas prácticas al que se podrán adherir los profesionales interesados y recibir un sello de calidad que acredite que su publicidad es veraz, objetiva y digna ante el consumidor.