Los cafés jurídicos sobre 'Mi primer juicio' del GAJ prosiguen con una sesión centrada en la jurisdicción penal

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En su objetivo por ayudar a los letrados que se acaban de incorporar a la profesión a afrontar las primeras incursiones en los juzgados y tribunales, el Grupo de Abogados Jóvenes del Colegio de Abogados de Granada celebró en la tarde del 13 de marzo la segunda sesión del ciclo de cafés jurídicos ‘Mi primer juicio’, centrada en esta ocasión en la jurisdicción penal.

Para ello, la agrupación invitó a la actividad formativa al magistrado del Juzgado de lo Penal nº 2 de Motril, Arturo Valdés Trapote, que compartió con los presentes algunas percepciones y consejos para que los inicios profesionales de los jóvenes abogados sean menos complicados.

En este sentido, el ponente resaltó la dificultad que tiene para los letrados plasmar en la práctica todo lo que han aprendido en Derecho. “Solamente el hecho de entrar en la sala y ver al fiscal, al abogado contrario, al juez… es impactante”, señaló el magistrado, que abogó por incluir en los estudios universitarios más prácticas en los juzgados para que los estudiantes se familiaricen con el proceso y conozcan también cómo debe ser el trato con el cliente.

Asimismo, Valdés Trapote comentó que, uno de los principales hándicaps que tienen los jóvenes abogados es que acuden al juicio con un guion demasiado encajonado y estructurado y “falta cierta capacidad de improvisación”, especialmente en el ámbito penal, donde entran en juego los testigos. Por ello, el magistrado recomendó a los letrados no dejar de formarse y estudiar y, en ningún caso, achantarse o someterse a ningún tipo de maltrato, pues –según afirmó el ponente- “también hay jueces que no están a la altura”.