El colegiado granadino Víctor Ayllón presenta su novela 'En busca de la nada'

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El Salón de Actos del Colegio de Abogados de Granada hizo un hueco en su agenda formativa para acoger, el pasado 24 de noviembre, la presentación literaria de uno de los letrados miembros de la institución. Víctor Ayllón Cáliz quiso compartir con sus compañeros de profesión su última obra, En busca de la nada (Editorial Artificios), un libro de relatos con Huétor Tájar, su localidad natal, como telón de fondo de historias universales.

Licenciado en la Facultad de Derecho de Granada y ejerciente en su propio despacho, ubicado en el municipio hueteño, Ayllón estuvo acompañado durante el acto por Ana Morillas, editora de Artificios, así como amigos, familiares y compañeros. Antes de colegiarse, el letrado trabajó como encargado de la Biblioteca Pública de Huétor Tájar y como auxiliar administrativo del Ayuntamiento, aunque su afición por las Letras ha sido siempre el denominador común.

- ¿Qué se va a encontrar el lector en el libro?
- Se va a encontrar un universo de personajes y de historias que le van a resultar cercanas, reconocibles, y sobre todo, humanas.
- Se trata de un libro de relatos. ¿Siguen alguna estructura o están divididos en bloques?
- El libro está dividido en cuatro bloques, que corresponden a las cuatro voces narrativas: Carlos, abogado, que cuenta cuatro historias en primera persona: El Chato, El Dieciocho, 20 kilómetros cuesta arriba y Vida de Rosco; su hijo Daniel, estudiante en la Facultad de Derecho de Granada, que cuenta la historia del Tesoro del morisco Xavalí; Dña. Carmela, una maestra del pueblo que narra tres relatos en tercera persona: Paco el Cebollas, La última taberna y Ciudad Feliz; y Ramón, un hombre con síndrome de Asperger que narra en forma de monólogo el relato que da nombre al libro: En busca de la nada.
- ¿De dónde surgen las historias? ¿Dónde se inspira?
- Las historias surgen de mis experiencias y vivencias, de cosas que me han contado los mayores, de casos que he llevado en mi despacho; de la imaginación… Mi inspiración brota de la misma fuente que la de cualquier narrador: de mirar, de observar, de soñar…, en definitiva, de vivir.
- Hay mucho de hueteño en En busca de la nada e incluso se le atribuido la creación de Macondo de poniente granadino. ¿Ha querido hacer un homenaje a su tierra?
- Por supuesto, me he inspirado en personas de mi pueblo y de la comarca del poniente granadino, pero los conflictos que se plantean en los relatos son universales. Se habla del amor, de la amistad, de la emigración, del desempleo, de los desahucios, de la corrupción, de los problemas mentales, etc., y eso está en todas partes.  Más que un homenaje a mi tierra, yo diría que la pongo en el mundo, que la exhibo con orgullo. Tengo mucho que decir y que contar sobre esta zona de Granada.
- Ya ha presentado el libro en otros lugares. ¿Qué espera de esta obra?
- Sí, la primera presentación se hizo en Huétor Tájar, en el salón de plenos del Ayuntamiento, un sitio especial para mí, pues fui concejal en la anterior legislatura. Del libro espero, en primer lugar, que los lectores disfruten y pasen un buen rato, que les emocione, no hay cosa peor que leer algo sin sentir emociones. Si además consigo que el lector reflexione sobre los problemas y situaciones que planteo, pues mucho mejor.
- Es su segunda publicación, tras Una mirada a Huétor Tájar (2014). ¿Cómo compagina su profesión de abogado con la de escritor?
- También he publicado relatos en distintas antologías, como en ‘Narraciones Breves’ del diario Ideal (Ámbito Cultural de El Corte Inglés, 2014 y 2015), y en Dolor tan fiero: Relatos para Teresa de Jesús, V Centenario (Port-Royal, 2015).  Me dedico a escribir en mi tiempo libre, que es escaso, aunque no me voy a quejar por ello. Necesito escribir todos los días, aunque solo sea una frase. Lo cierto es que cada vez intento encontrar más tiempo, las historias me atrapan y yo me dejo atrapar por ellas gustosamente.